Monday, May 19, 2025
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Parque Magic Johnson una opción de recreación y unión comunitaria en LA

El parque Magic Johnson está ubicado en Willowbrook, una comunidad no incorporada en el sur del condado de Los Ángeles.

Isaac Ceja | La Opinión

Enrique Guzmán y sus compañeros de trabajo se reúnen para jugar fútbol en el parque Magic Johnson durante un caluroso domingo de primavera. Acuden al parque con el propósito de divertirse y compartir un rato ameno antes de que comience una nueva semana laboral.

Originario de Tijuana, Guzmán destaca la importancia de valorar las zonas verdes, los parques y todos aquellos espacios al aire libre que fomentan tanto el desarrollo personal como la convivencia en comunidad.

“Se convive, se conoce gente diferente, es un ambiente familiar y desarrollas tus habilidades”, comentó Guzmán. “Vienes a conocer quizá a cosas inimaginables. Yo estoy experimentando el fútbol, no soy jugador profesional ni nada por el estilo, pero me gusta socializar y pasarla bien”.

Era la primera vez que el tijuanense visitaba el parque, pero dijo sentirse contento; no obstante, agrega que le gustaría ver más gente disfrutando de las plantas, de los árboles y de la naturaleza. Además, subraya que le gustaría que hubiera más opciones de deportes para los jóvenes que no necesariamente les gusta el fútbol.

El parque Magic Johnson está ubicado en Willowbrook, una comunidad no incorporada en el sur del condado de Los Ángeles, donde miembros de la comunidad disfrutan del sol, van a caminar o a ejercitarse, practican deportes, trabajan y lo utilizan de escenario de celebraciones familiares.

Una vista de la entrada del parque Magic Johnson en Los Ángeles.

Según datos de la Oficina de Censo de los Estados Unidos, en el vecindario Willowbrook, el 78% de la población se identifica como latino y la segunda etnia más grande es la comunidad afroamericana, que forma el 18.1% de la población en la zona.

El parque cuenta con un área de 104 acres de recreación y fue nombrado en honor al basquetbolista, hoy miembro del Salón de la Fama, Earvin “Magic” Johnson, cinco veces campeón de la NBA con los Lakers de Los Ángeles.

Lo irónico es que el parque a pesar de llevar el nombre de uno de los jugadores de básquetbol más famosos, no tiene una sola cancha para practicar el deporte ráfaga, como también se le conoce al baloncesto.

De acuerdo con un reporte del LA Times, el lugar donde ahora es el parque fue una instalación de almacenamiento de petróleo operada por Exxon Mobil hasta 1963, pero en los años 70, un pedazo de la propiedad fue convertida en un proyecto habitacional por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos, llamado Ujima Village, que más tarde fue reubicado. Mientras que otra sección fue convertida en parque en la década de los 80, para luego ser renombrado como la celebridad del básquetbol.

Hoy en día, el parque cuenta con un centro comunitario ubicado donde antes se encontraba Ujima Village. También ofrece dos lagos, una extensa área verde y un sendero para caminar que es muy popular entre personas de todas las edades.

El parque también cuenta con espacios dedicados para jugar fútbol, zonas designadas para picnic, mesas para juegos de mano, áreas con equipo de fitness, un patio de juegos para niños, baños abiertos al público y parrillas para realizar carnes asadas, entre otras actividades.

Afuera del centro comunitario, dos hermanos, Michael y Henry Hernández estaban realizando trucos y desafiando la gravedad en sus patinetas.

Los hermanos fueron al parque por primera vez hace un año, después de estar en busca de un lugar en donde practicar para perfecciones sus habilidades en el aire con la patineta.

El fútbol soccer es una de las atracciones del parque Magic Johnson.
Gustavo Cervantes y Monica Mendoza juegan cartas con la familia.
Henry Hernández (i) y su hermano Michael, momentos antes de realizar algunos trucos con sus patinetas.

“Lo bueno de este lugar es que tiene una plataforma de concreto plana, libre de piedras y mucho espacio; hay juegos de escaleras con barandillas y todo, así que es como un paraíso para los patinadores”, dijo Michael Hernández.

Más de una docena de jóvenes llegan a patinar los fines de semana; además hay ciclistas que hacen BMX o Bicycle Motocross, lo que convierte al parque en un punto de reunión para los adolescentes que practican deportes extremos.

Ambos también quieren ver que se utilice el espacio mejor ya que hay varios lugares donde solo hay pasto y les gustaría ver una pista de patinaje.

Denise Cunningham recuerda que a menudo visitaba el parque Magic Johnson cuando era niña, junto a su madre. Ahora le encanta poder llevar a su propia hija.

Últimamente la madre ha notado varias mejoras y cambios en el parque. Ella piensa que tener zonas verdes es sumamente importante para todas las comunidades.

Junior Hernandez ayuda Juliet López a bajarse del un árbol.

“Antes no había tantos niños, pero había más adultos y personas mayores; ahora hay más pequeños y me gusta más como se ve el paisaje”, dijo Cunningham.

Felipe Sánchez ha vivido en Compton por más de 30 años y desde que se jubiló, hace 3 años, tiene más tiempo para tomarse una caminata, relajarse y disfrutar de la naturaleza que ofrece el parque.

“No salía mucho porque tú sabes, trabajaba, pero poco a poco me fui dando cuenta de diferentes lugares en mi comunidad y este lugar está bonito”, dijo Sánchez, quien tiene que manejar hasta 15 minutos para llegar al parque.

De acuerdo con el mexicano, antes escuchaba que asaltaban a la gente muy seguido, pero hoy en día el área se ha tranquilizado y se siente más seguro con la presencia en la zona del Departamento del Alguacil del Condado de Los Ángeles (LASD).

A pesar de que el parque no cierra hasta las 9 p.m., está prohibido que las personas se estacionen después de las 6 p.m., a lo que Sánchez dice estar de acuerdo para evitar problemas por las noches.

Arthell Washington ha vivido en el área por más de 20 años y el domingo pasado fue a celebrar el baby shower de su nieta.

“El parque significa mucho para nosotros. Es un lugar para que la familia, los amigos, los nuevos amigos, los viejos amigos y todos se reúnan”, dijo Washington.

Como trabaja en el cuidado infantil, Washington siempre lleva a los niños al parque para que disfruten del área que ella describe como limpia y segura.

Además, el parque tiene un significado especial para ella, ya que sus propios hijos y nietos han trabajado en el parque Magic Johnson.

Washington invitó a las demás personas a tomar la iniciativa a ir al parque y conectarse con la diversa comunidad que ahora prevalece.

“Conocer a alguien, aprender algo nuevo, saludar a las personas”, expresa la residente. “La comunidad está creciendo constantemente”.

Los vendedores ambulantes forman parte del paisaje cotidiano del parque.
Jose Núñez dice que no suelta a su iguana ni para dormir.

En diferentes partes del parque hay vendedores ambulantes con variados productos como jugos naturales, cocteles de fruta, balones de fútbol, mariscos y hasta joyería.

Patrice LeeAnn Gladney y Donyale Malone eran parte de ese diverso grupo de vendedores que con dos mesas, era suficiente para mostrar su producto.

Malone tenía una variedad de joyería que vende bajo el nombre “Phenomenal Bling Accessories” y Gladney ofrecía productos de salud del emprendimiento “LeeAnn’s Wholistic Hands”.

“Mi objetivo es plantar semillas de salud y bienestar a la comunidad”, dijo Gladney. “Esta es la primera vez que visitamos el parque y todo el mundo ha sido muy acogedor. Lo que me encanta es que la gente está muy ansiosa por aprender sobre nuestros productos”.


Ambas dijeron que les encantó el ambiente tranquilo con decenas de familias en el área de juegos para niños, pero subrayaron que les gustaría ver canchas de baloncesto y más equipos para hacer ejercicio.

Juan Gómez y Rosa Ruiz son algunos de los vendedores alrededor del parque.

Juan Gómez y Rosa Ruiz tienen su carro de frutas en la calle Avalon desde hace 6 años, cuando eran los únicos vendedores en la calle. Ahora hay tres vendedores ambulantes más que trabajan en la misma calle y por lo menos otros tres más están dentro del parque.
De acuerdo con Gómez, de origen salvadoreño, el negocio ha bajado un poco pero no se siente molesto.

“Para todos hay y todos estamos haciendo la lucha”, dijo el vendedor con un semblante amable y aparentemente contento.

Aunque el salvadoreño dice que entre semana las ventas normalmente están bajas, recientemente ha visto que el fin de semana también hay menos gente. Él lo atribuye a la situación migratoria que actualmente vive el país, y como en la zona del parque vive mucho migrante, no considera que la situación vaya a mejorar pronto.

“Pero aquí seguiremos, luchando como siempre lo hemos hecho”, expresa Gómez.

This story was produced by Ethnic Media Services in collaboration with the Laboratory for Environmental Narrative Strategies (LENS) at UCLA as part of the Greening American Cities initiative supported by the Bezos Earth Fund. Read more stories like this by visiting the Greening Communities homepage.

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